MAELO  EL  INCOMPRENDIDO

 

Por RAFAEL  BASSI  LABARRERA

CONCIERTO  CARIBE

UNINORTE FM ESTEREO

 

Yo yo yo creo que voy

Solito a estar

Cuando me muera

He sido el incomprendido 

 

Retirado y marginado del ambiente salsero desde fines de los setenta, los fervientes seguidores de MAELO siempre esperábamos el milagro de que su voz recupera su antigua potencia y reapareciera  en el escenario con su arrollador tableteo de frases y melodías entre coro y coro que ya había revolucionado el cantar sonero de los años sesenta, con su forma agresiva para entrarle al montuno y su capacidad de inspirar cabalgando sobre el coro.

 

A Ismael Rivera lo conocí con mi pandilla de adolescencia una noche de luna llena en El Paraíso, desaparecida sala de cine con techo de estrellas del Barrio Abajo, cuando la sabrosura y sensualidad de la música de Rafael Cortijo y su Combo nos atrapó con la frescura y espontaneidad  marina que brotaba de la pantalla donde se proyectaba la película Calypso. Desde aquella mágica noche la voz de Maelo se convirtió en algo familiar a nuestros oídos y las pícaras e inteligentes frases de sus canciones en contundentes argumentos para resolver discusiones en medio del fragor de un partido de chequita o de una sesuda partida de damas en el sardinel de una esquina del barrio. Así, escuchando Quítate de la Vía Perico, Maquinolandera, Severa, Con la Punta del Pie Teresa, El bombón de Elena, Las Ingratitudes, El Chivo...aprendimos a quererlo como a ese hermano mayor que se las sabe  todas y siempre aparece cuando lo necesitamos, acompañándonos con su canto en los momentos de alegría y de tristeza. ¡Qué pena ! No pudimos estrechar su mano y abrazarlo, pero nos queda su voz y en más de una ocasión ha sido bálsamo para aliviar dolores Brother Maelo, hace doce años andas en  otra dimensión

 

EL CIUDADANO DE LA CALLE CALMA

 

Ismael Rivera nació el 5 de octubre de 1931 en la Calle Calma de Santurce, calle que lo vió crecer e iniciar su vida artistica al lado de su amigo Rafael Cortijo. Al salir del colegio se iban a la playa y se dedicaban a tocar tambores y cantar plenas; en esas caminatas infantiles estan los origenes del sonido que en los años cincuenta se apoderó de todos los rincones caribeños, llenándolos de bombas y plenas. La sabrosura y sensualidad de la música de Rafael Cortijo atrapó a los seguidores de la música antillana y oxigenó el ambiente un poco saturado de tanta Sonora Matancera.

 

Ismael Rivera entró a los 17 años a la Orquesta Panamericana de Lito  Peña, su primer hit fue la plena El Charlatán dando comienzo a la leyenda.

 

El 28 de enero de 1954 se organizó el primer vente tú de lo que sería después el Combo de Rafael Cortijo. Este maravilloso grupo representó un rompimiento con el sonido demasiado blanco y limpio de las grandes orquestas boricuas de la época, irrumpiendo con una sonoridad más ágil y espontánea. En su momento de mayor esplendor el combo de Cortijo estaba formado por Rafael Cortijo como director y timbalero, Martín Quiñones en las congas, Rafael Ithier en el piano, Miguel Cruz en el bajo, Héctor Santos y Eddie Pérez en los saxofones, Roy Rosario y Sammy Ayala en la percusión menor y coros, Roberto Roena en el bongó, Rogelio Kito Vélez en los arreglos y trompeta, lógicamente el cantante era Ismael Rivera.

 

Fueron  cinco años de éxitos en la televisión boricua de lunes a viernes en el Show del Mediodia, en la Taberna India de Reguerete y Floripondia los viernes en la noche. En el libro El Entierro de Cortijo dice el autor Edgardo Rodriguez  Juliá, al referirse al Combo de Cortijo : Cantidad y calida, de eso se trata el genio y en ello la combinación de Cortijo como líder, Kito Vélez de arreglista y el Ismael Rivera sonero jamás ha sido superada en la música popular puertorriqueña.

 

Lastimosamente el flujo jadeante y sudoroso de Ismael y Cortijo se vio abruptamente cortado por  las trasgresiones sociales de los virtuosos artistas que disgregaron el grupo. Esto los condujo al umbral de la leyenda.

 

LOS  CACHIMBOS

 

El retorno de Ismael Rivera, después de cumplir cinco años de prisión, fue muy duro a pesar del gran recibimiento que le hicieron miles de admiradores en el Aereopuerto de Isla Verde. Reinició su vida artística grabandos dos discos Bienvenido y Con todos los hierros con la nueva agrupación de su compadre Rafael Cortijo. La situación en la Isla del Encanto no era buena para Maelo y decidió radicarse en Nueva York. Su sociedad musical con Cortijo no funcionó en la Babel de Hierro ya que Rafael Cortijo no se adaptó y  regresó a las playas de Santurce. Para esos días, Maelo grabó un disco extraordinario con Kako, titulado Lo último en la Avenida que incluye una magnifica versión de El Cumbanchero y su jacarandoso Entierro a la Moda.

 

 Ya en los años setenta cuando se inicia el boom de la salsa, Ismael Rivera conforma su propia banda : Los Cachimbos, deja a un lado los ritmos boricuas que lo hicieron famoso con Cortijo y  se lanzan con todos los hierros al son. Contando con la dirección musical del veterano pianista cubano Javier Vázquez y una pequeña banda  conformada por trompeta, saxo alto y trombón, además de piano, bajo, congas, bongo y timbal. Ismael Rivera con sus Cachimbos realizó notables grabaciones, en sus discos no se encontraban temas de relleno. Convertido nuevamente en ídolo, encontró la forma honesta de identificarse con su público. Investigando con lo nuevo y rebuscando en el repertorio de compositores como Pedro Flores y Rafael Hernández, que junto a Bobby Capó y Tite Curet Alonso fueron sus autores preferidos, alcanzó a consolidar uno de los repertorios más respetables de la salsa.

 

Comercialmente se aprovecho del título de Sonero Mayor que le diera Beny Moré, después de compartir noches alucinantes y saludar los amaneceres boricuas. En su primer disco con Los Cachimbos se encuentra el tema El Incomprendido compuesto por Bobby Capó expresamente para Maelo. En su larga lista de éxitos podemos destacar de Pedro Flores : Orgullosa y Traigo de Todo ; de Rafael Hernández : El Cumbanchero y El Pañuelito ; de Bobby Capó : Las Tumbas y Sale el Sol ; de Tite Curet Alonso : De todas maneras rosas y Las Caras Lindas ; de Henry Williams : El Nazareno...

 

El Sonero Mayor fue un rebelde, un desordenado, un irreverente, un hombre generoso que derrocho su canto, su arte y su sabiduría popular. En su afán por tranquilizar su volcánico espíritu se acercó a la religión, dejando para el patrimonio cultural popular del Caribe, dos inolvidables clásicos :  El Nazareno y El Mesías. Hay otra dimensión de Maelo, poco reivindicada  en nuestro medio, es su profundo sentimiento nacionalista que se expresa claramente en canciones como Profesión Esperanza y La Perla  de Tite Curet Alonso o en La llamaría Borinquen de Bobby Capó o aún en sus propias composiciones Lejos de ti y Borinquen.

 

La fascinante personalidad de Ismael Rivera lo convirtió en un símbolo popular y en elemento de inspiración no solo de sus colegas cantantes y compositores, sino también para intelectuales, melómanos e investigadores socio-musicales que se han sentido obligados a descargar su admiración por el Ciudadano de la Calle Calma en sabrosos libros.

 

 

 

Yo traigo un sabor de  playa en este cuerpo

Y un sabor a coco que me  quema

Una canción nocturna en mi gargamta

Manchas de plátano corren por mis venas

Y ecos de tambores que arrebatan

Un sabor de tristeza en mi sonrisa

Tengo la piel morena y me encanta

Y por eso

Traigo pues en mi cintura

Ritmo de amor y en mis manos

Las maracas de un rico

Seis borincano